Nuestro CEO Diego Mateos Amann analiza cómo el nuevo acuerdo energético entre China y Rusia podría cambiar las reglas del juego en el mercado global del gas, con implicaciones directas para Europa y Estados Unidos.
«Europa se puede olvidar del gas barato de antes, pero puede beneficiarse del acuerdo entre China y Rusia», afirmó Mateos al inicio de la entrevista, donde desgranó las claves de una nueva geopolítica energética que está redefiniendo los flujos globales de gas natural.
China sale del mercado global: una oportunidad para Europa
Mateos explicó que el principal beneficio para Europa radica en la estabilización del mercado global de GNL. Según nuestro CEO, «cada vez que el precio del gas sube o baja, el que realmente está haciendo que suba o baje es la demanda china».
El ejecutivo recordó el impacto que tuvo China en 2021: «Con la salida de la pandemia, China tiró con un potencial fuerte su economía y demandaba muchísimo gas. Eso hizo que el mercado subiera enormemente». Ahora, con el acuerdo ruso-chino, «si China sale de ese mercado global de compra de gas para comprárselo a Rusia, el resto de países iríamos a comprar en unas aguas menos revueltas».
Sin embargo, Mateos fue claro sobre las limitaciones: «No quiere decir que volvamos a tener unos precios de gas tan baratos como teníamos antes de la pandemia”.
Una de las claves del análisis de nuestro CEO se centra en los costes estructurales del gas licuado: «El gas más barato es el que viene por tubo. Lo que ocurre ahora es que gran parte de nuestro gas lo compramos por GNL, y ese gas siempre es mucho más caro porque lleva unos costes asociados».
Europa, su propia enemiga energética
Mateos alertó sobre un doble golpe que se avecina para 2027. Por un lado, se espera cierta relajación en los precios del gas, pero por otro, «la normativa europea ETS2 obliga a los vendedores de gas a comprar en el mercado las garantías de CO2, los derechos de emisión de CO2 para que ese gas que te venden sea neutro en carbono».
Su conclusión es demoledora: «Cuando esperamos que el peso del gas se pueda relajar en 2027, Europa nos mete una normativa más que hace que el precio nos encarezca. Seguimos en Europa pegándose un tiro en el pie».
El papel de Estados Unidos en el acuerdo China-Rusia
Cuando se le preguntó sobre la capacidad de Estados Unidos para sabotear este acuerdo, Mateos se mostró escéptico: «Lo veo complicado que pueda hacer algo. Al final, los que vamos a pagar la fiesta somos los europeos».
Advirtió que Europa será quien asuma los costes de esta nueva configuración geopolítica, mientras Estados Unidos se limitará a ofrecer su gas licuado a precios superiores como alternativa. En su visión, el resto de países desarrollados seguirán las directrices estadounidenses sin capacidad real de maniobra independiente.
Desde GESE seguimos monitorizando de cerca estos movimientos geopolíticos que están redefiniendo el mapa energético mundial. La experiencia de nuestro equipo en mercados energéticos nos permite anticipar estos cambios y ofrecer a nuestros clientes las mejores estrategias en un entorno de creciente complejidad e incertidumbre.
Puedes ver la intervención completa aquí.